La ex de Diego Forlán y actual de Pablo Mouche aseguró que si bien está muy enganchada con el argentino, no se prende en eso de seguir a su hombre a todos lados. “No estoy dispuesta a mudarme a otro continente” confesó la morocha, a la que parece que vivir en Turquía no le atrae…
La bella uruguaya está en pleno ascenso de su carrera, y ya casi nadie se acuerda de que era parecida a Zaira Nara. La morocha ya tiene nombre propio, y este mes fue tapa de la Revista Playboy como pare de la campaña de una marca de desodorante masculino.
Vito pasó por AM para contar los detalles de las fotos que hizo para la edición de diciembre de la revista, y habló de su romance con Pablo Mouche.
“Lo conocí y resultó ser diferente a lo que todos piensan. Estoy muy bien, pero la realidad es que no estoy dispuesta a mudarme a otro continente, porque ni siquiera soy argentina, mi hogar está en Uruguay” admitió Saravia.
Y dejó en claro que “No podría hacer la vida que hacen las mujeres de los jugadores de vivir aislada y sola en otro país”. El ex Boca juniors está en Turquía jugando para el Kayserispor en ese país y la modelo ya fue a visitarlo a Estambul. Pero de dejar el cepillo de dientes, ni hablar…
La bella uruguaya está en pleno ascenso de su carrera, y ya casi nadie se acuerda de que era parecida a Zaira Nara. La morocha ya tiene nombre propio, y este mes fue tapa de la Revista Playboy como pare de la campaña de una marca de desodorante masculino.
Vito pasó por AM para contar los detalles de las fotos que hizo para la edición de diciembre de la revista, y habló de su romance con Pablo Mouche.
“Lo conocí y resultó ser diferente a lo que todos piensan. Estoy muy bien, pero la realidad es que no estoy dispuesta a mudarme a otro continente, porque ni siquiera soy argentina, mi hogar está en Uruguay” admitió Saravia.
Y dejó en claro que “No podría hacer la vida que hacen las mujeres de los jugadores de vivir aislada y sola en otro país”. El ex Boca juniors está en Turquía jugando para el Kayserispor en ese país y la modelo ya fue a visitarlo a Estambul. Pero de dejar el cepillo de dientes, ni hablar…
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